Cómo diagnosticar el autismo en adultos. En la actualidad se suelen detectar la mayoría de los casos de Trastornos del Espectro Autista durante la infancia o adolescencia, pero hace años había muchos niños/as que no fueron diagnosticados correctamente o pasaron desapercibidos. Muchos recibieron diagnósticos erróneos, sobre todo, en el caso de las mujeres, que tienen una presentación del autismo atípica y tienden a camuflar los síntomas.
Estos niños/as han crecido, y muchos adultos y se han dado cuenta al ser correctamente diagnosticados, de que son autistas. Actualmente la tendencia está en alza, y son muchas las personas que reciben el diagnóstico de autismo en la adultez.
¿El autismo puede ser diagnosticado en la edad adulta?
Efectivamente.
Hay personas adultas que descubren que muchas de las cosas que les han pasado a lo largo de su vida tienen esta causa. Pero no es un camino fácil, ya que los adultos presentan unas características y retos diarios muy distintas al de los niños y jóvenes, encontrándose la barrera de que los profesionales de salud al estar acostumbrados a diagnosticar a los más pequeños, carecen de herramientas y recursos para hacerlo en la edad adulta. Por este motivo, muchas de las personas han pasado por varios diagnósticos previos de ansiedad, depresión, trastornos de conducta, trastorno límite de la personalidad, trastorno obsesivo compulsivo, etc. hasta dar con el de autismo.
Siempre han sido los que no han terminado de encajar y se les ha tachado por parte de la sociedad como “raros” o “frikis” por ser personas introvertidas, calladas, ingenuas, rígidas, etc.
Hay una gran heterogeneidad de las posibles manifestaciones, pero nos encontramos ciertos síntomas o señales de alerta que suelen ser habituales.
Posibles síntomas del autismo en adultos
- Dificultad para iniciar y seguir conversaciones. Pero por otro lado tienen un estilo comunicativo directo y son muy honestos, pudiendo generar conflictos sociales por parecer bordes o irrespetuosos.
- Tender a mirar menos, es decir, hacer poco contacto visual o lo hacen forma errática.
- Dificultades para generar y mantener las amistades, relaciones de pareja, por la mala interpretación de las señales de los demás o problemas para comprender el punto de vista de los demás.
- Problemas para comprender las emociones y las intenciones de los demás.
- Necesidad de mantener una rutina clara y estructurada, mostrando malestar por cambios leves de rutina o por estar en entornos que les generen demasiada estimulación.
- Preferencia en mantener siempre un orden claro y lógico para él o ella.
- Dificultad para expresar sus propias necesidades y deseos a los demás.
- Problemas para asumir responsabilidad.
- Suelen tener unos intereses y gustos muy restringidos y repetitivos, es decir, tener demasiado interés en ciertas cosas o temas.
- Dificultad para comprender las normas sociales y el lenguaje no verbal.
- Se pueden pasar largas horas realizando la misma actividad (conductas repetitivas) y dejan de tener en cuenta las preferencias o las necesidades de las personas de su entorno.
- Les puede costar comprender las bromas, los dobles sentidos, y la ironía.
- Pueden tener expresiones faciales, movimientos y gestos que no coinciden con lo que dicen. A veces incluso un tono de voz inusual.
¿Es necesario un diagnostico de personas adultas con TEA?
Es una cuestión con cierta controversia, ya que un diagnóstico definitivo no va a tener grandes efectos en el día a día de la persona con TEA, pero recibirlo puede hacer que la persona le de sentido a muchas situaciones experimentadas presentes y pasadas:
- Les supondrá un alivio
- Les hará entender por qué son como son
- Les permitirá comprender a las dificultades que se enfrentan
- Les hará identificar sus limitaciones y fortalezas
- Y de esta forma podrán obtener la ayuda adecuada para su tratamiento.
Por otro lado, el diagnóstico abre las puertas para solicitar ayudas sociales y por lo tanto recibir apoyos y recursos especializados, así como el grado de discapacidad mediante la solicitud del certificado de discapacidad (desde finales del 2022 hay un nuevo baremo del grado de discapacidad que reconoce específicamente el TEA de manera independiente y diferenciada del diagnóstico de discapacidad intelectual).
¿Cómo se realiza el diagnostico del autismo en adultos?
El TEA en adultos se detecta a través de una evaluación, pero no es una tarea fácil y necesita de adaptaciones ya que es más difícil diagnosticar TEA en los adultos que en los niños ya que en los primeros, algunos síntomas pueden coincidir con los de otros trastornos de salud mental.
La evaluación puede incluir:
- Entrevistas para recopilar información sobre trayectoria de vida.
- Test específicos como el ADI-R o el ADOS-2, o cuestionarios.
- Test neuropsicológicos para medir la capacidad cognitiva, la memoria y la atención.
- Pruebas de habilidades sociales y comunicativas.
- Observar la conducta en diferentes.
Como conclusión, me gustaría hacer una reflexión:
Hay que darle más visibilidad a las personas con TEA que alcanzan un diagnóstico tardío y por lo tanto es muy importante que en las políticas publicas tengan en cuanta sus derechos, necesidades y capacidades y que no les pongan tantas trabas para llegar a los recursos sociales existentes y el personal este formado, para poder ofrecerles así un tratamiento especializado e individualizado que se adapte a sus necesidades.
Por otro lado, la sociedad debe de empezar a visualizar más allá de los estereotipos de TEA que nos han trasmitido en cine o series, y que entendamos que la variedad es muy amplia y hay que ser respetuosos cuando un adulto nos comunica que ha recibido recientemente el diagnostico de TEA y no usar frases como: “pues no lo pareces” o “desde el diagnóstico pareces más autista”.
Como bien es sabido el autismo es una forma diferente de pensar por lo que no se aprecia físicamente y no parecen más autistas sino que hasta ahora llevaban muchos años reprimiéndose para encajar y ahora empiezan a pensar en sí mismos y en su bienestar.
Fuente: Red Cenit
